En el deseo de recuperar, renovar, o recobrar el estado de estimación de un bien inmueble, el objetivo es detener los procesos dañinos, que pueden sufrir las edificaciones de cualquier tipo, ya sean domésticas, comerciales e industriales.
Detener estos procesos es realizar acciones de manera directa sobre las edificaciones, con el fin de conservar y devolverles a su estado original, con la restitución de su aspecto, o sea en su apariencia y en el reforzamiento de su estructura.
Conservar es dar mantenimiento cada cierto tiempo y preservar es mantenerlo y cuidarlo en todo momento, incluyendo el empleo del uso de recursos técnicos y de investigación para reducir problemas a futuro.
Entre los procesos dañinos que pueden sufrir las edificaciones están los siguientes:
- La humedad.
- Desprendimiento de los revestimientos, como cuando por ejemplo hay exceso de armado de acero en concreto.
- Alteraciones estructurales durante el proceso constructivo, relacionados con fallas de una inadecuada ejecución.
- Fisuras, que suelen estar directamente en los elementos estructurales como muros de carga, cerramientos, mampostería, cimientos etc.
- Deformaciones por pérdida de la geometría inicial que ya sea por cargas excesivas que, entre otros casos, generan fisuras y grietas.
- Antigüedad de la construcción.
Reconocerlos de esta forma es posible prevenir o controlar daños que afectan a la integridad de las estructuras, pudiendo determinarse si precisan actuaciones de intervención para evitar o paliar su degradación. Para más información, contacte con nosotros.